Después del exhaustivo análisis realizado, podría concluirse que en Entamoeba dispar no hay selenoproteínas descritas hasta el momento, lo que se corrobora con la ausencia de proteínas de la maquinaria de síntesis y tRNAs específicos de selenocisteína.
Por otra parte tampoco se han hallado elementos SECIS en el genoma de E.dispar, lo que parece indicar que no hay selenoproteínas nuevas que sigan el mismo patrón de codificación y síntesis que las descritas hasta la fecha. Sin embargo, no es posible confirmar lo anterior, ya que hay que tener en cuenta que la partición del genoma de la especie en diferentes contigs ha dificultado enormemente la búsqueda de estos elementos; en ocasiones la región que se requería analizar se encontraba cerca del extremo del contig, lo que impedía obtener una subsecuencia del genoma lo suficientemente grande como para hallar todos los elementos que identifican un SECIS. Además, cabe la posibilidad de que existan selenoproteínas en E.dispar codificadas tal vez por otro codón y sintetizadas mediante otro conjunto de maquinaria.
A pesar de no haber encontrado selenoproteínas como tal, sí que se han descubierto co-ortólogas de la selI (etanolaminafosfotransferasa) y sus parálogas en Homo sapiens (colina/etanolaminafosfotransferasa y colinafosfotransferasa).
También se ha hallado una proteína homóloga que contiene cisteína en el lugar de la selenocisteína de la proteína EhSEP2 de Emiliana huxleyi.
En la búsqueda de selenoproteínas en la especie próxima, Entamoeba histolytica, tampoco se ha dado con selenoproteínas descritas ni proteínas de la maquinaria de síntesis, hecho que concuerda con los resultados obtenidos para E.dispar.
Teniendo en cuenta los resultados de ambas especies, y que se han descrito selenoproteínas en especies próximas que comparten un ancestro común con Entamoeba, la única conclusión plausible es que el desuso de selenoproteínas en el ancestro de E.dispar y E.histolytica derivó en la degeneración de la maquinaria de síntesis y la consecuente pérdida de selenoproteínas en ambas especies analizadas.
Cabe destacar que el patrón evolutivo de las selenoproteínas no concuerda con la evolución de las especies, ya que en especies distantes se dan casos en los que se conserva la homología de selenoproteínas, mientras que se puede producir la pérdida de selenoproteínas entre especies próximas.
No obstante, dado que es menos comprometedor apoyar la posible existencia de un hecho difícil de demostrar que descartarlo, se hace hincapié en que sí pueden existir selenoproteínas en especies en las que no se han descrito aún, y que éstas no han sido descubiertas debido a que pueden estar codificadas de manera diferente y sintetizadas por mecanismos desconocidos hasta el momento.