Las selenoproteínas de función conocida tienen un papel crítico en una amplia variedad de procesos biológicos. Estas proteínas presentan residuos de selenocisteína en sus centros activos, y es el selenio contenido en éste aminoácido el que confiere las propiedades fisiológicas a éste tipo de proteínas.
Las selenoproteínas están involucradas directamente en la catálisis redox (reacciones de reducción/oxidación). Presentan propiedades antioxidantes, lo cual ayuda a prevenir el daño celular frente a radicales libres. Estos radicales libres son productos derivados del metabolismo, y se ha visto que en humanos contribuyen al desarrollo de patologías como el cáncer o enfermedades coronarias. Además, colaboran en la regulación de la función tiroidea y representan un papel importante en el sistema inmune.
En organismos eucariotas, su función como enzimas involucradas en la homeóstasis redox y en la defensa frente al estrés oxidativo, repercute de manera determinante en la salud de los organismos que las sintetizan.
Algunas veces, las selenoproteínas son homólogas a proteínas de otras especies que presentan cisteína en lugar de selenocisteína, pero tienen propiedades químicas muy parecidas.